El Ejército de Israel reveló sus cifras de la ofensiva que mantiene desde el inicio de la guerra en Gaza en su frontera norte contra la milicia chií libanesa Hezbolá, y aseguró haber matado a más de 300 milicianos y herido a unos 700 en cinco meses de ataques mutuos. Según sus datos, golpeó “unos 4.500 objetivos de Hezbolá” en Líbano y Siria desde el comienzo de la guerra en la Franja de Gaza.
Bajo la denominación genérica “objetivos”, Israel suele incluir supuestos milicianos, pero también lanzaderas de cohetes, centros de mando y de control o almacenes de armamento. “Estos ataques perjudican las capacidades aéreas y terrestres de Hezbolá, así como su cadena de mando” indica el comunicado, que señala que entre las bajas del grupo se encuentran “cinco altos comandantes”, además de “docenas de células terroristas que dirigieron o dispararon misiles antitanques y cohetes contra Israel”.
En uno de los peores episodios desde el inicio de la guerra en Gaza, el pasado 7 de octubre, fuerzas israelíes atacaron hoy por segunda vez objetivos de Hezbolá en el Valle de la Becá (o Bekaa), en el noreste de Líbano, después de que el grupo chií lanzara esta mañana un centenar de cohetes.
Se trata del segundo ataque desde octubre en esta zona libanesa, más alejada de la frontera y que causó la muerte de dos supuestos civiles, según medios libaneses. El primer ataque se produjo en febrero cuando Israel bombardeó un sistema de defensa aérea del grupo.
Una fuente de seguridad libanesa especificó a AFP que una persona murió y otras diez resultaron heridas en los ataques que destruyeron por completo un edificio a la entrada de Saraaine, una localidad a unos 20 km al sur de Baalbeck.
Un segundo ataque israelí tuvo como objetivo un edificio en la localidad de Al-Nabi Chit. Las fuerzas israelíes confirmaron ataques contra “dos centros de mando militar” utilizados para almacenar recursos para su arsenal.
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