El presidente de Rusia, Vladimir Putin, promulgó una ley que castiga a quienes cooperen con la Corte Penal Internacional (CPI) y con otros organismos internacionales a los que Moscú no reconoce.
La normativa se adoptó “debido a las acciones ilegales de organizaciones internacionales, en particular de la CPI”, dijo en su momento el presidente de la Cámara Baja, Viacheslav Volodin.
La ley perseguirá a los que cooperen con organizaciones internacionales y órganos estatales extranjeros cuyas decisiones se contradigan con la legislación nacional, ya que la controvertida reforma constitucional de 2020 situó las leyes rusas por encima de las internacionales.
Según el nuevo artículo del código penal (284), se perseguirá a los que cooperen en el cumplimiento de las decisiones de organizaciones internacionales a las que Rusia no pertenezca y de órganos estatales extranjeros en la persecución penal de funcionarios rusos o integrantes de formaciones de voluntarios que cumplan misiones militares.
Además de una pena de hasta cinco años de cárcel, esas personas podrían recibir de 300.000 rublos (unos 3.600 dólares) a un millón de rublos (más de 12.000 dólares) de multa.
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