Jóvenes mexicanos que protestan por la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa rompieron una de las puertas principales del Palacio Nacional mientras el presidente, Andrés Manuel López Obrador, realizaba adentro su conferencia matutina. El mandatario calificó lo ocurrido como una “provocación”, pero descartó que fueran a adoptarse represalias.
“No va a escalar, es lo que quisieran, que nosotros respondiéramos de manera violenta, nosotros no somos represores. Se va a arreglar la puerta y no hay ningún problema, pero lo que quieren es provocar, es un plan de provocación clarísimo”, manifestó el gobernante mexicano.
Los manifestantes, quienes acusan a López Obrador de no resolver el caso para proteger a militares involucrados, tomaron una camioneta que pertenece a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para tumbar la puerta 1 sobre la calle Moneda del centro histórico de Ciudad de México.
La televisión mostraba a un puñado de guardias equipados únicamente con escudos enfrentando a jóvenes encapuchados dentro del Palacio Nacional. Al verse superados, los guardias recurrieron a los extinguidores de incendios y los activaron en dirección de los manifestantes, según medios locales.
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