El presidente francés Emmanuel Macron anunció una ley urgente para reparar los daños registrados en los disturbios ocasionados por la muerte de un joven de 17 años a quien un policía disparó a quemarropa durante un control de tránsito en París.
El último balance del ministerio del Interior detalla que desde entonces se han detenido a casi 3.500 personas, incendiado unos 12.200 automóviles y dañado unos 1.100 edificios, entre ellos comisarías y escuelas.
En la región de París, epicentro de los disturbios, el gobierno regional contabilizó un centenar de edificios públicos dañados y debe aprobar el miércoles un fondo de ayuda de 20 millones de euros.
Según la autoridad regional de transporte IDFM, el impacto de los motines en el transporte público de París y sus suburbios se elevó a al menos 20 millones de euros.
Aunque los disturbios se encuentran en plena desescalada, el gobierno de Macron busca respuestas para abordar la crisis, que recuerda a los disturbios que estallaron en los suburbios de París en 2005.
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