El continente americano enfrenta una “crisis inminente” de rebrotes de enfermedades que se daban por superadas por el rezago en los servicios públicos de vacunación, advirtió la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
En una rueda de prensa, el director Jarbas Barbosa afirmó que la pandemia de COVID-19 ha agravado el rezago en las inmunizaciones de enfermedades.
“A medida que salimos de los efectos devastadores de la pandemia de COVID-19, el riesgo de brotes nuevos y emergentes en la región está en el nivel más alto de los últimos 30 años”, declaró el director de la OPS, organismo con sede en Washington y afiliado a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Barbosa explicó que América había sido históricamente “líder mundial” en el control de enfermedades, como la poliomelitis, erradicada en 1994; el sarampión, en 2016, y el tétanos, en 2017.
Pero, en la última década, se han registrado “graves retrocesos”, como una caída drástica en las tasas de cobertura de vacunación, una financiación inadecuada y la creciente reticencia de la población a vacunarse debido a la “desinformación”.
“La pandemia exacerbó cada una de estas tendencias”, dijo Barbosa, quien advirtió que el continente americano “se enfrenta a una crisis inminente en torno a los servicios de vacunación”.
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