El presidente de Sri Lanka, Ranil Wickremesinghe, anunció que el Fondo Monetario Internacional (FMI) había aprobado su petición de rescate por 3.000 millones de dólares, imprescindibles para mantener a flote la economía del país surasiático, que se declaró en quiebra en abril de 2022, en medio de una profunda crisis por escasez de reservas de divisas extranjeras.
La institución internacional confirmó que había autorizado el préstamo, en un acuerdo de 48 meses en el marco del Servicio de Fondo Ampliado, pero su directora gerente, Kristalina Georgieva, advirtió que el país debe continuar con su reforma fiscal, mejorar la red social de protección para las clases pobres y controlar la corrupción.
“Expreso mi gratitud al FMI y a nuestros socios internacionales por su respaldo mientras intentamos enderezar la economía a largo plazo a través de una gestión fiscal prudente y de nuestra ambiciosa agenda de reformas”, dijo el mandatario en un comunicado. Sri Lanka recibirá de forma “inmediata” 330 millones de dólares, estipula el acuerdo alcanzado.
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