Siete palestinos murieron esta madrugada en una redada israelí en la ciudad cisjordana de Tulkarem y un octavo falleció por disparos del Ejército cerca de Hebrón, en el sur de Cisjordania ocupada, que vive este 2023 su año más violento desde la Segunda Intifada con más de 400 fallecidos en circunstancias violentas con Israel.
Los ocho fallecimientos fueron confirmados por el Ministerio de Sanidad de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que gobierna en partes de Cisjordania ocupada.
Siete personas fallecieron en Tulkarem durante enfrentamientos entre fuerzas israelíes que abrieron fuego y atacaron desde el aire a un grupo de “atacantes armados” y a “una célula terrorista” que les habían disparado, según informó un portavoz del Ejército de Israel. La redada dejó al menos una decena de heridos, según agregó Sanidad.
Ese ministerio denunció, asimismo, que las tropas israelíes obstaculizaron el lunes por la noche el traslado de una niña herida de Tulkarm a Nablus en el puesto de control de Enab. “Impidieron que la ambulancia del hospital de Tulkarem completara su recorrido, y obligaron a la niña y a su madre a salir de la ambulancia y pasar a un vehículo civil”, aseguró el ministerio.
El ejército israelí atribuye estas operaciones a un “aumento significativo de los ataques terroristas” en Cisjordania, territorio ocupado desde 1967, con “más de 550 intentos de atentados desde el inicio de la guerra” entre Israel y el movimiento terrorista Hamás en Gaza.
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