En 1968, México fue el epicentro del deporte mundial, esto, al realizar en su capital, los Juegos Olímpicos, suceso deportivo que se llevó a cabo del 12 al 27 de octubre de aquel año. Allí, se vivieron momentos inolvidables que 55 años después convocan a sus protagonistas a seguir celebrando la alegría de portar con orgullo el tricolor nacional.
Las grandes estrellas que actuaron en la Alberca Olímpica Francisco Márquez construyeron en el camino de los entrenamientos, la preparación y la competencia, una familia, que como toda familia tuvo sus destacados. Ellos fueron, Felipe Muñoz y María Teresa Ramírez Gómez, quienes, gracias a su talento, dedicación y disciplina conquistaron el sueño de muchos, “El pódium olímpico”.
Es de recordarse que en aquella ocasión se requirió de un seleccionado más nutrido, puesto que, en el caso de la natación se disputo, por primera vez 29 pruebas, lo que suponía un número de atletas significativo que pudiesen representar a México con grandeza en un nuevo programa que incluía los 200 metros en los cuatro estilos y por supuesto los 800 m libre por primera vez para las damas.
Para semejante reto se demandaba de grandes líderes, el entrenador Ronald Johnson (QEPD), trajo la experiencia del Equipo Campeón Olímpico en este deporte, Estados Unidos. Y quien estuvo como su mano derecha en todo el proceso, fue el gran formador de atletas y campeón nacional en diferentes oportunidades el reconocido entrenador del Seguro Social, el Profesor Nelson Vargas Basáñez.
Se suman las décadas
Hace 5 años, el escenario de esta reunión fue el restaurante Arroyo, donde se dieron cita los integrantes de los equipos, de: Polo Acuático, Clavados y Natación. Allí, esos jóvenes que en México 68, rondaban por los 17 años, llegaron entusiasmados para vivir a través de los recuerdos, la alegría que brinda el deporte y, por supuesto, los 50 años de la Olimpiada en nuestro país.
Y en esta ocasión (sábado, octubre 14 de 2023), al pasar tan sólo cinco años, se volvieron a reunir todos, con la misma premisa, que el encuentro sea año a año, puesto que, cada uno de ellos, es cada día más consciente de que la vida trae lo que pocos desean y es partir de este plano físico, es por esto tan importante, como lo manifestaron todos los asistentes, seguir evocando tan grandes y preciosas luchas deportivas como la gran familia que se integro en aquella época.
En un escenario precioso, en Bosque Real, hicieron presencia: María Teresa Ramírez Gómez, Laura Rebeca Vaca Hernández, Juan Alanís, Eduardo Moreno, Mario Santibáñez, Rafael Cal y Mayor, Jorge Urreta, José Santibáñez, Jaime Rivera, Maximiliano Aguilar, Raúl Villagómez, Gabriel Altamirano, Marcia Arriaga, Norma Amezcua, Ana De La Portilla, Vivian Ortiz, Bertha Baraldi, Rolando Chávez, Carlos Morfín, Oscar Familiar, Luis Niño de Rivera, Marcia Catalina Arriaga y Gabriel Altamirano.
A ellos los acompaño su entrenador en aquel momento el Profesor Nelson Vargas Basáñez, quien reviviendo esos gratos momentos tomo el liderazgo para crear una tarde divertida, llena de buenos recuerdos, de abrazos, cariño y sobre todo de consolidar ese amor por la familia acuática que se construyó con un fin, dejar en alto el nombre del país en los Juegos Olímpicos que se llevaban a cabo en casa.
Al respecto Juan Alanís, quien compitió en el 400 y 1500 m libre, declaró: “… Yo veo el ejemplo de los gringos, con cinco o seis medallas y jamás le hacen un reconocimiento, pero como aquí somos tan pobres en el deporte, vivimos del pasado. Por eso la gente de Nelson es la que sale y estudia, son los más avanzados, estamos mal deportivamente porque no trabajamos bien y nosotros marcamos la diferencia con algo muy sencillo disciplina y mucho, mucho trabajo…”.
La nadadora Laura Vaca y reconocida en la esfera internacional por sus Récords Mundialista en la categoría máster, compitió en la olimpiada en las pruebas, de: 200 m combinado individual, 400 y 800 m libre: “… En estos momentos me siento como transportada con todo aquello que vivimos en la olimpíada. Vernos vivos, los que estamos aquí, es un momento que va a ser inolvidable y ojalá se pueda repetir. Ir a unos olímpicos le cambia a todos la vida, porque da el impulso y trabajo para cumplir las metas, lo que le permite levantarse más fuertes y positivos siempre…”
Por su parte, la medallista olímpica María Teresa Ramírez, quien nado en la Alberca Olímpica Francisco Márquez los libres 100, 200, 400 y 800 m, además de los dos relevos afirmó: “… Yo jamás me he despegado del deporte, he colaborado en diferentes momentos en la Federación, y ahora en la Comisión Estabilizadora, siempre he apoyado al Comité Olímpico. Ahora siento que, en los últimos tiempos, con la organización hemos podido vernos más seguido.
Esto que hoy vivimos es un momento muy especial, nos reunimos hace cinco años en los 50 años de los Juegos Olímpicos México 68 y ahora, los 55 años, estas reuniones son una fecha muy importante. Es volver a vivir nuestra niñez y vivir todo ese proceso, de nuevo, es extraordinario…”.
Antes de finalizar, es importante recordar que ha este momento tan especial y lleno de tantos sentimientos se unió el Ingeniero Eduardo Moreno Loyo, quien fue el capitán del equipo de natación y, además, fue el nadador insignia de aguas abiertas. De recordarse que él fue el encargado de arribar por primera vez a tierras mexicanas la antorcha olímpica por mar, todo un hito en el que tomaron parte 17 nadadores veracruzanos, quienes fueron recibidos en el malecón jarocho por más de 60 mil personas en ese momento
Moreno Loyo, declaró: “… Fuimos una familia y hemos tratado de mantener esos lazos de amistad, siempre acudimos a la convocaría de Nelson con hermandad, pues es una gran cosa para el espíritu…”
Y allí, entre risas, recuerdos, abrazos y mucho cariño, además de ver el video que recopilo todo lo vivido en México 68, también se recordó, con cariño y fraternidad a aquellos que ya no están, ellos son: Los entrenadores Ronald Johnson, Manuel Echeverría y Otilio Olguín, así como los deportistas olímpicos Guillermo Echeverría, Javier Jiménez, Álvaro Gaxiola, Jorge Telch, José Robinson, Daniel Gómez y Francisco García.
Antes de finalizar, es significativo señalar que cada uno de estos encuentros se realizan por la iniciativa, trabajo y organización del Lic. Luis Niño de Rivera, quien se consolido en el cuarto lugar en los Olímpicos de México 1968, posición que alcanzó en la prueba de trampolín 3 metros, así como la séptima plaza en la plataforma en la ya mencionada cita olímpica.
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